Caminatas: Recorrer la zona ofrece distintos puntos de vista de las serranías y del emblemático cerro Acatí. Si bien, casi cualquier horario es bueno para hacerlo, la tardecita es ideal pues si uno está atento además de cirgarras, ranas y aves, uno puede oir el viento golpeando los cerros del Ybytyruzu.-
Refrescarse: En distintos puntos las aguas del arroyo San Gervasio ofrecen un cristalino alivio del calor. Hay zonas menos profundas, ideales para los más pequeños y verdaderas piscinas naturales como la que nace del chorro, una formación de aproximadamente 8 metros de profundidad.
Escalar: Otra de las posibilidades es subir a la cima del cerro Acatí, un empinado recorrido de casi una hora y media totalmente señalizado. Hay que subir bien temprano para que el sol no nos gane en la carrera, el ascenso es cansador, pero una vez en la cima uno nota que ha valido la pena
